domingo, 25 de marzo de 2012

Ad Mapu: Desarrollo sustentable milenario...

Desde tiempos ancestrales, el pueblo Mapuche tenía una definición bastante clara sobre qué era vivir de la naturaleza... Ellos tenían un conjunto de reglas sociales y valóricas que, según la mitología, había sido entregado a sus antepasados por Nguenechén.

Estas reglas eran enseñadas a las mujeres a partir de los 12 años de edad, mientras que a los hombres la enseñanza comenzaba a los 14 años. El Ad Mapu determina la identidad del pueblo mapuche, y determina las reglas para las siguientes acciones:

- La interacción permanente con la naturaleza (la cual se realiza a través de los Ngen), que debe ser de manera respetuosa
- La relación con los espíritus de sus antepasados, que indicaba recordarlos y honorarlos
- Organización Social, así en tiempos de guerra, establecía principios de organización jerarquizados
- Derechos sobre la tierra y sus recursos. De acuerdo a este Ad Mapu, o derecho Mapuche, cada familia (extensa) tenía derecho al desarrollo de sus actividades de recolección o agricultura, a un determinado territorio de tipo familiar que pasaba de generación en generación y era ejercido de forma comunitaria. Dicho territorio no sólo comprendía el derecho a caza y recolección y a la práctica de agricultura (a pequeña escala) sino que también implicaba derechos de jurisdicción del lonco sobre quienes habitaban en él.

Detengámonos un poco en los dos primeros puntos... De acuerdo a los Mapuches, ellos tenían una visión de vivir en armonía con el medio ambiente, respetando el espacio de la naturaleza, y sólo tomando lo que necesitaban para subsistir. Mantenían ritos de agradecimiento a la tierra, a los espíritus y a sus antepasados. Y vivieron así por muchos años manteniendo un crecimiento poblacional acorde a los recursos disponibles en las localidades, sin romper con el balance natural del Medio Ambiente. No solo eso, sino que también tenían un profundo desarrollo espiritual con respecto al mundo que los rodeaba. Respetaban los espíritus ancestrales, y les rendían honores. Pedían permiso para la explotación de recursos, y otorgaban ofrendas ante las buenas cosechas y recolecciones.

Si vemos la orientación del mundo, de la sociedad de hoy, es volver a lo natural, volver al balance y armonía con la naturaleza. Las corrientes "verdes" están exigiendo al gobierno, a las empresas y a la sociedad que sean más conscientes con el planeta, ya que todos los avances que estamos realizando están consumiendo de manera indiscriminada los recursos, y estamos, según estas filosofías, matando al planeta.

En cierto modo, es volver a lo natural, volver a vivir como los pueblos indígenas, respetando y aceptando que estamos aquí gracias a las bondades de la naturaleza. Si tomamos las creencias pasadas, como el Ad Mapu, y las llevamos a la práctica hoy en día, podremos quizá recuperar un poco la armonía, y hacer que nuestra especie se perpetúe con el medio ambiente, en un sistema sustentable.

Es reconectar con nuestro espiritualismo, y aceptar que vivimos en un planeta que requiere simbiosis, no depredación...


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Bibliografía:

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